07 octubre 2020
En el marco de la celebración del aniversario número 30 del diario Gestión, se realizó un reto con jóvenes universitarios, quienes respondieron a la pregunta: ¿Qué harían con US$ 30 mil, en caso lo tuvieran disponible?
Los organizadores de este reto se llevaron una grata sorpresa al recibir grandes propuestas ligadas a educación, ayuda social y emprendimientos. Revisa la nota completa aquí.
A continuación, te presentamos más respuestas de nuestros alumnos USIL:
-Lorena Panduro Ramírez – Carrera de Administración en Turismo USIL
Siempre he considerado que todos merecemos las mismas oportunidades de progreso y una vejez digna. En nuestra capital se ha normalizado tanto la idea de ver a un niño subiéndose a los carros a pedir apoyo o personas mayores en las calles a la espera de colaboración con el fin de llevar algo que comer a su casa. En tiempos como estos, apoyar no está demás. Definitivamente, mi objetivo sería poder crear dos aldeas: estarían dirigidas a niños en extrema pobreza, lugar a través del cual recibirían alimentación, educación orientada al bueno manejo de las nuevas tecnologías y atención médica.
Bajo este objetivo principal, lo que haría con ese dinero es invertir en campañas de captación para poder motivar a pequeñas startups y empresas a invertir en esta iniciativa. Las acciones de las empresas se enfocarían en la gestión, el mantenimiento, la capacitación al personal que trabajaría en estas aldeas, entre otros. Podría, incluso, impulsar a través de mi universidad un proyecto de inversión abierta para la creación de esta aldea; esto con el fin de que mi proyecto sea sostenible a largo plazo y no dependa únicamente de mi gestión, sino que pueda dejar los frutos a futuras generaciones y que sea sostenible en el tiempo.
-Gianfranco Potestá Palomino – Carrera de Gestión en Innovación en Gastronomía USIL
Los invertiría. Hoy tengo 20 años, y gracias a Dios no cuento con la necesidad de cubrir ciertos gastos mayores. Hoy por hoy me encuentro en un proyecto para iniciar la venta de un producto artesanal y el primer objetivo que tengo, junto a mis dos amigos, es oficializar la marca. Esto quiere decir registrarnos como empresa, al igual que la marca y los productos, además de tener un local en el cual trabajar. Como verán, es una inversión muy grande con la que no contamos tres jóvenes de 20 años, pero la idea es que todos los ingresos del negocio se vuelvan a invertir en la empresa para ser legales y tener más beneficios, como abrirnos puertas para ampliar nuestros canales de distribución a tiendas especializadas y hoteles. En conclusión, si contara con US$ 30 mil, los invertiría en mí, y en mi próximo emprendimiento.
-Thania Garate Ávila – Carrera de Arte y Diseño Empresarial USIL
Lo primero que haría, si tuviera disponible esa suma, sería pagar mi último año de universidad para ayudar a mi mamá. Luego me ocuparía de la operación de su hernia y sus exámenes de salud. Ella ha dedicado toda su vida a mí, y ese sería un granito de arena que podría dar por ella. Después vería la salud de mi abuelo, de mi abuelita y mis tías (que viven conmigo y son como mis segundas madres). Luego de eso me enfocaría en mi salud. Aportaría más en la casa con ese dinero y ahorraría lo que me quede para emergencias. Como todo joven, desearía gastar ese dinero en ocio, o en mi caso en materiales para mi carrera o una mejor laptop y más, pero mi familia siempre me ha brindado todo para que cumpla mis metas y este podría ser el momento para que yo pueda darles lo que ellos se merecen. Siento que no estaría donde estoy si no fuera por su amor y esfuerzo, así que enfocaría ese dinero, primordialmente, en mi familia.
-Magda Núñez Cruz – Carrera de Comunicaciones con Doble Grado en Marketing USIL
Si en este momento tuviese US$ 30 mil, invertiría un 30 % en equipos tecnológicos. Desde niña he buscado comunicar mensajes que ayuden a cambiar la perspectiva de las personas y les muestren formas de mejorar nuestro mundo. Hoy más que nunca, las herramientas tecnológicas son el principal canal para esa comunicación.
Asimismo, invertiría otro 40 % en la creación de contenidos para mi canal de YouTube, plataforma que utilizo para articular una comunidad de jóvenes y ciudadanos activos que representen “Una Voz Diferente” (nombre del canal). Considero que todo lo que aprendemos debe ser puesto al servicio de los demás y, precisamente, ese es uno de los mensajes que busco transmitir.
Finalmente, invertiría la diferencia en impulsar iniciativas o proyectos de empoderamiento social, en particular aquellos relacionados al empoderamiento femenino, pues es un tema que considero se debe reorientar. Anhelo poder recuperar la identidad que, como mujeres, Dios nos ha dado. Un año atrás, esto no lo tenía tan en claro, pero el contexto actual me ha ayudado a esclarecer mis planes y estar lista para comenzar a ejecutarlos.
-Luis Villafuerte Grados – Carrera de Derecho USIL
Soy de las personas que considera que nuestra presencia en el mundo es tiempo prestado. En el Perú, el promedio de vida ronda los 76.5 años, según el INEI. Por tal motivo, creo firmemente que la acción humana debe estar ligada al servicio de las personas. Me considero parte de ese sector de la población que piensa que una educación de calidad es la única vía para resolver todos los problemas que afectan a nuestra nación.
Mi difunto padre siempre se preocupó por inculcarme lo importante que es la educación y cómo esta debe ser de acceso colectivo. Si tuviera US$ 30 mil disponibles, lo primero que haría sería cumplir mi sueño de iniciar un programa de becas educativas para estudios en universidades nacionales o internacionales con la finalidad de formar con la mejor enseñanza a jóvenes que muchas veces no tienen las posibilidades de pisar un centro de educación universitario. Mi idea es que los estudios sean cubiertos por esta fundación y, al ser culminados, los mismos alumnos respondan solidariamente por medio de aportes, para que ese dinero, que en un momento los apoyó a ser profesionales, ayude a otros jóvenes a tener esa misma oportunidad.
-Nicole Bouroncle Morales – Carrera de Derecho USIL
¿Qué haría con 30 mil dólares en este momento? Al responder dicha interrogante se me plantea una paradoja, esa parecida a la del genio y la lámpara. Ciertamente, una persona inteligente, que estudia, que lee Gestión, la invertiría para generar más riqueza. Pero, ¿sería yo también inteligente? A mis cortos 23 años, mentiría al decir que mi primera idea no sería el gastarlo en viajes –para mí, se traducen en conocimiento, experiencias, en felicidad. Y justo eso me vienen diciendo mis amigos, a mí que soy chancona, que no me divierto tanto. En realidad, ellos y yo -epítomes de los grandes filósofos- como Aristóteles, pero con Instagram, decimos -o expresamos- que alcanzar la felicidad es lo más importante. ¿Lo es? Pero ni importa porque ¿igual no se lo debo a mi familia? ¿O acaso no debería inclinarme por el altruismo? El 2020 nos ha retado lo suficiente como país, como sociedad, como seres humanos. ¿No es mi deber, como buena hija, ciudadana, estudiante, querer inclinarme por el virtuosismo, por lo ético? Pienso que sí, pero en ese caso, 30 mil dólares se quedan cortísimos para mi Perú. ¿Haría diferencia, en serio, mi hipotética fortuna? No sé. ¿Mi reflexión? Ojalá.
-Piero Polo Greenfield – Carrera de Música USIL
Me tocaría hacer muchas cuentas para poder sacar el máximo provecho a severa cantidad de dinero, la verdad. Pero bueno, con esa cantidad, lo primero sería invertirlo en equipos para mi carrera y mis proyectos. Yo estudio Música, y sé que, si quieres hacer algo bien, es necesario invertir en buenos equipos. Empezaría por lo básico para tener un home studio, lo esencial: interfaz de audio, micrófonos, una computadora (mejor que la que tengo) y unos audífonos que me ofrezcan un buen monitoreo. Claramente, con eso no llego a gastar ni la mitad, también compraría entonces instrumentos: batería, bajo, guitarras, teclados. Posiblemente me vea en la necesidad de invertir en acústica para mi home studio (para poder grabar bien). Ya de ahí, de ser posible, no estaría de más darme un viaje y un lugar (casa o departamento) donde pueda exprimir mi creatividad. Pero la idea principal con tanto dinero es gastarlo en algo con lo que puedas producir más y lograr sostenerte.
-Carolina Jaramillo Ramírez – Carrera de Economía y Negocios Internacionales USIL
Actualmente, continuamos en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo, por lo que la ansiedad y la desesperación están convirtiéndose en los peores enemigos para la ciudadanía, pues la están orillando a una toma incorrecta de decisiones en diferentes aspectos, uno de ellos es la gestión de sus finanzas. Si en este momento tuviera US$30 mil disponibles, lo primero que haría sería decidir cómo invertirlos. “Inversión” ha sido un término encasillado muchas veces solo con el ahorro del dinero en un banco o caja municipal. No obstante, la inversión en el capital humano resulta incluso más importante. Esta abarca desde la satisfacción de las necesidades más básicas hasta el cubrimiento de costos para una mejor preparación profesional; no gastos innecesarios que no me vayan a ser redituables en el futuro. Una situación similar ha sucedido con el tiempo extra con el que muchos contamos a causa del confinamiento y la virtualización del trabajo y estudios: ¿estamos invirtiendo ese tiempo extra o lo estamos gastando innecesariamente? Nosotros solo somos administradores de los recursos que Dios nos ha dado, ya sea dinero o tiempo. Sin darnos cuenta, la mayoría de las veces nosotros mismos nos terminamos saboteando, ¿listo para un cambio? Yo sí.
-Maribel Morales Cáceres- Carrera de Economía y Negocios Internacionales USIL
Primero, me detendría a pensar cómo ese dinero podría generar mayor rentabilidad; de lo contrario, tenerlo inmóvil sería perjudicial económicamente por su costo de oportunidad, respecto al valor monetario en el sistema financiero o bancos, este valor podría crecer o disminuir. Pero no podemos pensar que una “inversión” está destinada a solo obtener ingresos, debemos pensar que nosotros (como activo o capital humano) somos una inversión constante. Por ende, invertiría en un curso de especialización para capacitarme profesionalmente en el campo económico y análisis del mercado para tomar mejores decisiones y que, a largo plazo, me pueda generar mejores ingresos. Podría elegir ser accionista o socio de una empresa, como también emprender mis propios proyecto o negocio.
-Aixa Pérez Hinostroza – Carrera de Marketing USIL
Aunque esta parece una pregunta sencilla, requiere un viaje a lo más profundo de nuestros pensamientos. El elegir una cosa y dejar atrás otras, hace que sea una pregunta bastante compleja. Muchos dirán que ese dinero lo usarían para ayudar a los más necesitados, personas que viven en las calles bravas de nuestro país. No discrepo con ellos, pero siempre me enseñaron que, para ayudar a los demás, primero debes ayudar a los tuyos, tu familia.
Yo ayudaría a mis padres, los cuales han trabajado a lo largo de su vida por darme, quizás, más de lo que necesito. Son personas que no lograron estudiar una carrera; sin embargo, quieren una para su hija. He visto sus esfuerzos y me siento en la obligación de contribuir de la misma manera como ellos lo han hecho conmigo. Hoy, con 19 años, ellos me siguen sosteniendo la mano para no caer, aunque tambaleé. Para mí, no habría mayor inversión que verlos felices. Siento que se lo han ganado a pulso, sería un honor para mí otorgarles tal grato premio, por ser un real apoyo y soporte.
-Marcela Del Carpio Sebastián– Carrera de Marketing USIL
La cantidad no es lo relevante, sino el valor que ejerce sobre nosotros. Personalmente, lo que haría con el dinero es lo que buscamos el común de las personas: progreso. Sin embargo, nos dicen que el dinero no da la felicidad, pero es un medio para conseguirla. Al hacer un pequeño experimento con amigos y familiares al formularles la misma pregunta, atinaron en responder, entre otras cosas, lo que harían si lo tuvieran. Las respuestas se resumen a cosas materiales, banales, con miras a superarse. Lo que me lleva a preguntar: ¿por qué esperamos tener para buscar, plantear, soñar, creer? Como un simple papel puede marcar la diferencia entre nuestro futuro y el cómo nos vemos ante la sociedad.
Hoy, una enfermedad ataca a grandes y pequeños, ricos y pobres, creyentes y no creyentes, dueños y empleados; no discrimina y tampoco pregunta. Entonces, ¿qué tan larga creemos que es la vida, y que tan efímero es el momento? Para comprometernos, para luchar, porque US$ 30 mil no van a cambiar la realidad de una vida que se encuentra en piloto automático si vivimos sumergidos en una sociedad materialista separados por un muro de la vergüenza.
-Milene Quiñones Arteaga – Carrera de International Business USIL
Si tuviera US$ 30 mil en estos momentos, realizaría un intercambio académico en Amterdam University of Applied Sciences. En la etapa universitaria en la que me encuentro, quisiera poder nutrirme de mayores experiencias internacionales que me sirvan para mis proyectos a futuro. Valoro mucho las relaciones que se pueden formar con personas de diferentes partes del mundo y los conocimientos que se forman a partir de esto, así como el poder vivir en un ambiente muy diferente al habitual, que ayuda en formar el carácter y a poder crecer como persona. Con todos los conocimientos obtenidos, podría impulsar el negocio de mi mamá, lograr crear una marca peruana internacional de yogures que sea socialmente responsable y sostenible antes los desafíos de un mundo cada vez más competitivo y que pueda representar al Perú en mercados internacionales.
-Mauricio Santos Loyola – Carrera de International Business USIL
Lo primero que haría sería viajar por diferentes zonas del Perú en busca de los insumos para desarrollar un nuevo producto alimenticio de valor agregado que represente nuestra cultura y sea ideal para el consumo de clientes extranjeros. Me ilusiona poder apreciar las maravillas y frutos de nuestro país, que desafortunadamente aún no tengo oportunidad de conocer. Mi misión sería llevar un pedazo de Perú al mundo, algo representativo que pueda ser disfrutado por todos. Una vez tenga decidido qué producir, invertiría en realizar una investigación de mercado detallada para seleccionar países destino para la comercialización. Usando el capital, empezaría la búsqueda de asesorías de expertos en marketing y comercio internacional, para así planificar estrategias que sean efectivas guiadas por personas que han tenido éxito anteriormente. Del mismo modo, este capital serviría para realizar mis primeras contrataciones, además del equipo e insumos necesarios para la producción a pequeña escala que me permita tener una noción de la percepción del consumidor. Por último, tomaría en cuenta la posibilidad de participar en ferias internacionales para dar a conocer mi producto en el mercado deseado.
-Julissa Saavedra Azurin – Carrera de Administración USIL
Si en este momento tuviera US$ 30 mil disponibles, emprendería un negocio de reciclaje que se diferencie de los demás por contar con la más alta tecnología y los precios más competitivos del mercado. De esta manera, ninguna empresa privada o pública tendría la excusa de no reciclar sus residuos por ser muy costoso. Además, junto a mis colaboradores iría a las escuelas a brindar charlas de cómo reciclar correctamente. Esto debido a que ahí están las generaciones que, junto a la mía, sufrirán más las consecuencias de la contaminación. Por lo cual, de nosotros depende aprender y enseñar a cuidar nuestro hogar, la tierra, ya que de ello depende nuestro futuro.
-María Palomino Cabrera – Carrera de Administración USIL
Asumiendo el caso que tuviese disponible 30 mil dólares, desde una perspectiva a largo plazo, la decisión más sensata sería la de no utilizar el dinero de manera inmediata. Por el contrario, lo primero que haría sería invertirlo en un Fondo Mutuo del tipo Moderado para que, de esta manera, mi dinero genere mayor rentabilidad durante el tiempo que me tomará la culminación de mis estudios universitarios de pregrado y de posgrado. Esto me servirá a futuro para darle el primer uso como tal al dinero, el cual será la realización de la investigación de mercado para la adecuada fundación de la empresa propia que tengo proyectada crear.
-Ana Paula Torres Espinoza – Carrera de Educación Inicial USIL
Es un montón de dinero y, si lo tuviera, invertiría en un proyecto educativo, definitivamente. Soy educadora del nivel inicial y una de mis metas es tener un colegio que ofrezca una educación integral para niños y niñas, donde ellos deseen que sea día de colegio para regresar a clases. El nivel en el cual me desarrollo es maravilloso, porque es la base que formará a los futuros ciudadanos del mundo; e increíble, porque este nivel influirá en su futuro en todos los aspectos de su vida, como estudios, relaciones, metas y decisiones.
Pero mi sueño no esperará los 30 mil dólares. Por eso un grupo de amigas egresadas de USIL y yo emprendimos un proyecto educativo, “Teacher´s Land-Tierra de Maestras”. Proponemos talleres virtuales con el objetivo de tener a niños y niñas aprendiendo felices en casa. Buscamos promover una educación que englobe todas las áreas de aprendizaje. Se cree que la matemática y la comunicación son lo más importante en el aprendizaje de un niño, olvidando que son personitas que necesitan seguridad. Un niño emocionalmente sano, puede aprender cualquier cosa. Por este motivo, ofrecemos seis lands, avocadas a desarrollar el lenguaje, lo cognitivo, lo motriz y, definitivamente, lo socioemocional.
-Remberto Paniagua Sueldo – Carrera de Educación Intercultural Bilingüe Inicial USIL
Haría un análisis sobre las necesidades y las carencias que existen en los pueblos originarios del Perú, de la misma manera en las instituciones educativas existentes en dichos pueblos, y plantearía un proyecto para crear una ONG, con el apoyo del asesor hacer un Programa Educativo para revalorar las prácticas culturales en las instituciones educativas impulsando el emprendimiento, creatividad e innovación, para generar una educación que se proyecte al emprendimiento generando el desarrollo de los pueblos originarios.
Por otro lado, integrar las prácticas culturales en las escuelas con proyectos de emprendimiento teniendo en cuenta la peculiaridad de cada pueblo. Con toda la información, crearía un banco escolar de emprendimiento intercultural, con la finalidad de que los estudiantes puedan aprender economía, emprendimiento y valoración cultural desde la escuela, que debería proyectarse a convertirse en una micro comunidad que potencie al futuro ciudadano del Perú para generar alternativas de solución ante los desafíos y los retos que nos esperan y que estamos pasando. Por ello es importante trabajar proyectos que se proyecten al futuro
-Roli Rojas Campos – Carrera de Administración de la Salud USIL
Si en este momento tuviera US$ 30 mil disponibles, considerando que fui formado en la USIL con un espíritu empresarial, comenzaría a emprender un negocio de acuerdo con las necesidades de la población en esta coyuntura actual a causa de la pandemia por la COVID-19. Ello con la finalidad de contribuir al cumplimiento de los lineamientos y recomendaciones dadas por los organismos internacionales y nacionales al respecto.
En este sentido, comenzaría a desarrollar un servicio de delivery especializado en medicamentos e insumos médicos, utilizando una aplicación móvil o APP, con el objetivo de ayudar a la población peruana a obtener los productos que necesitan sin necesidad de salir de su domicilio a un costo bajo y con una pronta capacidad de respuesta, el cual permitiría optimizar el tiempo de los clientes, evitar colas, ahorrar en los costos de transporte y, más aún, evitaría la exposición al contagio de COVID-19.
-Mariajosé Ayllaucan Sanchez – Carrera de Medicina Humana USIL
Sé que la mayoría de los chicos de mi edad lo gastaría en cosas que no son muy importantes, pero, en mi caso, donaría todo ese dinero a un hospital público, ya que, en estas épocas de pandemia, muchas personas fallecen por falta de suplementos médicos e, incluso, por falta de oxígeno. Ese dinero serviría para salvar la vida de personas mayores y niños que tienen un futuro por adelante. Sé muy bien que el dinero no sería suficiente para construir un hospital con todos los suplementos necesarios para atender a las personas en situación de la calle. Pero, por el contrario, sé que con este dinero salvaría vidas a padres, madres, ancianos y niños.
También sé que la pregunta básica sería: ¿pero con ese dinero puedes darte tus gustos? Sí, me podría dar mis gustos, pero sería más feliz viendo que ayudé a salvar una vida, haciendo feliz a esa familia, que gastándolo en cosas materiales. Una vida no tiene precio y es lo que todos debemos de saber en estos momentos, ser conscientes de las personas que nos han dejado y tomar consciencia de que este virus no es un juego. Hoy nos toca cuidarnos y cuidar a los demás, para que mañana podamos estar juntos otra vez.
-Sebastian Fernandez Dávila Seminario – Carrera de Ingeniería en Industrias Alimentarias con Doble Grado con International Business USIL
Si tuviera 30,000 dólares disponibles, lo primero que haría, considerando la situación actual alrededor del mundo, sería utilizar los fondos para el desarrollo de un producto en base a compuestos bioactivos que puedan reforzar el sistema inmunológico bajo el enfoque de medicina funcional. Estos compuestos son importantes porque regulan en el cuerpo ciertas características importantes que permiten desarrollar enfermedades que, a largo plazo, pueden ser perjudiciales y causar problemas más graves. Por ello, el objetivo de estos productos beneficiosos es ayudar a la salud del individuo.
El desarrollo de productos alimenticios que benefician a la salud humana últimamente está en auge. Por lo tanto, las investigaciones relacionadas a este tema deben de ser tomadas con mayor importancia, al igual que su desarrollo masivo en la industria alimentaria para ayudar a cada persona y mejorarles la calidad de vida.
-Carmen Cobos López – Carrera de Ingeniería Industrial y Comercial USIL
Probablemente es una suma de dinero que llenaría de ilusiones y muchas ideas para utilizar. En mi caso, tengo la idea de poder emprender un programa enfocado en la educación de niños en zonas rurales. Al estudiar algún tema en la universidad sobre emprendimiento, me imagino desarrollando mi propio programa de educación. Antes de esta pandemia ya lo tenía en mente y, ahora, en la situación que estamos atravesando, no todas familias cuentan con las facilidades de estudio en casa. El internet es un medio que no llega a algunos puntos en la sierra de nuestro país. Siento que al poder desarrollar ese programa ayudaría a muchos niños y adolescentes en continuar con sus estudios.
Por otro lado, me gustaría poder estudiar una maestría al terminar mis estudios en la universidad. Actualmente curso el décimo ciclo, así que no falta mucho. Poder capacitarme en una especialización fuera del país y, a la vez, conocer distintas culturas, que es una de las cosas que me gusta hacer.
USIL celebra el aniversario número 30 del diario Gestión por su constante aporte al conocimiento de la economía del país y felicita la participación de sus estudiantes en el reto fomentado.